... y cuando despertó, se vio inmersa en una casa llena de espejos. De esos que te deforman la figura cuando estás frente a ellos.
Sobresaltada, su instinto primario de supervivencia la hizo correr hasta el cansancio. Luego, lo que vio la dejó pasmada en frente a uno de los tantos espejos que la acediaban, o será mejor decir, lo que no vio?
Al momento en el que se detuvo comenzó a escuchar voces, de niños, de jóvenes, adultos y ancianos, todos riendo. Comenzó a caminar desesperada, gritando en busca de ayuda.
Calculó que había pasado aproximadamente una hora entre ir y venir y ya no sabía si había avanzado hacia la salida o si sencillamente no tenia escapatoria alguna.
Al borde de la locura intentaba verse a si misma pero no podia, aquella imagen la había dejado aterrorizada.
Al detenerse frente a aquel espejo se dio cuenta que la imagen reflejada no era la suya, era la de una persona anciana, de cabellos blancos, vestido oscuro, sin dentadura y con el rastro que solo la soledad puede dejar en la mirada.
Si, ella, tan jóven aún, se había convertido en una persona sola, lo que estaba viendo no eran alucinaciones ni su futuro, era su presente. Asi la veían todos, así era ella. Ella era la soledad, aquella persona que no disfrutaba de su vida y se había envejecido antes de tiempo, amargada, sin esperanzas, sin amor, sin amigos.
Al detenerse frente a aquel espejo se dio cuenta que la imagen reflejada no era la suya, era la de una persona anciana, de cabellos blancos, vestido oscuro, sin dentadura y con el rastro que solo la soledad puede dejar en la mirada.
Si, ella, tan jóven aún, se había convertido en una persona sola, lo que estaba viendo no eran alucinaciones ni su futuro, era su presente. Asi la veían todos, así era ella. Ella era la soledad, aquella persona que no disfrutaba de su vida y se había envejecido antes de tiempo, amargada, sin esperanzas, sin amor, sin amigos.
... y derepente, alguien le rozó el cabello, era la mano de su amado esposo, el que estuvo a punto de perder si no hubiera tenido ese sueño. El que la arrebató de aquellos pensamientos, que en su momento fueron suficientes para despertarla de esa pesadilla en la que se estaba convirtiendo.
La misma que la hizo ver la vida de otra forma y disfrutar cada segundo que tenia con sus seres queridos, aquella que sencillamente la sacó de la soledad.
Y aquella anciana, que ella vio en el espejo, desapareció para siempre.
5 comentarios:
Waaa! Este me gustó!! Buen cuento Klau
Me gustó el concepto, pero no se si son ideas mias o de pronto al final sentí como si me hubiera faltado un pedazo de la historia. Pero en general estuvo muy interesnate Klau. Felicitaciones
Interesante, tambien me parece que le falta algo, es como si hubieras tenido algo en mente y ya al escribirlo hubiera desaparecido. Recomendacion, no te dejes "acediar" por la mala ortografía y por cierto, tambien es bueno poner los parrafos para que la lectura sea agradable, de resto muy bien, muchas gracias.
Si si, lo acepto... no hice mi mejor esfuerzo.... fue concebido en medio de mi tercera noche de insomnio... se que ha podido ser mejor porque daba para mucho más....
Bueno... esperaré la proxima palabra y le pondré alma, vida y corazón!!!!!
Ahhhh con lo de los parrafos.. los tenia!!! pero intenté separarlos un millón de veces y no pude.... asi fue que salio... sorry!!!!!
Como me veré dentro de unos años?. Sera que la vida que vivo es la mía? Esto es vida? Son preguntas que a veces cuando la soledad nos asedia nos hacemos... de ahi a que tengamos que enfrentarlas es solo un paso.
Buena Historia. Y como le paso a los otros le falto algo en el momento definitivo. Se corrige con una relectura.
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