- TERCERA PARTE -
Ya se vislumbraba la noche de jueves de octubre en “Billares Lima “Julieta se dignaba a cargarle la borrachera como de costumbre esos últimos siete días a Ricardo este ya en un estado de medio borracho y alborotado hijueputiaba a Julieta, no se entendía por que una nena medio conservadora y de buena familia se enredaba con un tipo que lo único que sabia era jugar billar para perder. Los compañeros aseguraban que era que estaba medio (enculada) como se dice en el argot popular. Ya tirándose como a eso de la media noche y estos dos siendo los últimos clientes don Antonio detrás de su bigote blancuzco con algunos visos negros y una gripa permanente grita:
- Carmela cerremos de una puta vez este billar a ver si logro descansar y deje así que mañana limpia.
Por otro lado Diego no profundamente dormido examinaba lo que le había sucedido con aquella mujer sus pensamientos trastornados de juventud y clímax presionaban violentamente sus sentidos, por primera vez aquel pequeño niño experimentaba lo que era la sexualidad. A la mañana de el viernes diego despierta asustado tras un sueño de pasión y lujuria enredado en la sabanas siente un frió arrollador que contrae sus músculos e inmediatamente lo pone a titilar, se levanta y nota que su cama esta mojada (un sueño deliciosamente muy húmedo)
Como de costumbre Diego roba canicas, juega, gana dinero, pasa por el billar mira a Carmela y así sucesivamente transcurren los días, ya llevaba cierto dinero guardado, lo que no sabían nadie era que esta mujer había cambiado totalmente los pensamientos de un joven que aun seguía siendo inocente.
Un día como cualquiera donde Ricardo y Julieta ya estaban incursionando otra borrachera y aun mas se le agregaba maltrato ya que este tipo se volvió agresivo e insultaba y golpeaba a Julieta. Y Carmela ya mamada de que este niño pasara y entupidamente anonadado se quedara mirándola por un buen par de horas iniciaban la rutina en los billares.
Y si, justamente Diego hace su rutina diaria pero esta vez se escapo mucho mas temprano de lo normal como a eso de las 5:00 de la tarde este día iba hacer totalmente diferente Diego alcanzaría el valor para hablar con Carmela he invitarla con las pocas monedas que tenia a una buena y grande gaseosa colombiana, Paradójicamente el par de chicos de once que ya había visto salían por el mismo callejón encontrandocen de frente con Diego este sin guardar prisa seguía su trayecto hacia donde la mujer morena de ojos ámbar.
Una cuadra antes de voltear para llegar al “billar lima” los chicos de once cogen a Diego por la espalda atrancándolo, lo golpean y dejándolo muy mal herido en el piso se escapan.
Continuara .............