Mostrando las entradas con la etiqueta Dolor. Mostrar todas las entradas
Mostrando las entradas con la etiqueta Dolor. Mostrar todas las entradas

3 mar 2011

Pensamiento

Quieres que te cuente como puedo llamar a mi mente retorcida cuando te encuentro en medio de algún pensamiento?
Puedo contarte quizás que mis pensamientos tu desnudez sigue siendo tu mejor arma
Puedo detallarte (ya que insistes) como quiero marcar tu cuerpo con algo más que sutiles caricias y que no pretendo que tus gritos lleven impresos mi nombre, con que grites para mi será suficiente.
Intentare acercarme a ti para contarte al oído como quiero retorcer tu mente y tu cuerpo,  te veré temblar, sonreír y mientras tanto consumiré el seductor olor de tu piel.
En mis pensamientos puedo romper tu piel con mis dientes y me pedirás (en medio de gritos ahogados) que no pare de hacerlo.
En mis pensamientos tu olor, tu sabor, la música, tu sudor, tu humedad, explotan en mis sentidos y puedes encontrar una y otra vez el punto de no retorno hacia mis alucinaciones.
En mis pensamientos tu cuerpo y el mio quieren doler, quieren placer y quieren permanecer en la línea que los une a los dos.
En mis pensamiento los lugares más oscuros están reservados para ti, para devorarte, poseerte y si fuera acaso posible pervertirte aún más.
En mis pensamientos me perteneces por ese instante en que tus sentidos se inundan, cuando el placer parece infinito, cuando quieres decir detente y te agarras de mi piel antes de volver a perderte.

En mis pensamientos.. es allí donde todo pasa, porque, ¿quién dijo que me interesa sentirte?

4 ene 2011

Tratarte y Maltratarte

Hoy podría hablarte de amor, de las mariposas que siento recorrer mi cuerpo, de las melodías que suenan en mi cabeza cuando pienso en ti, del olor de tu cuerpo y de los castillos que en mi mente construyo junto a ti, pero hoy quiero espiar mis demonios, confesarte que es posible que te ame de diferentes maneras, de diferentes sabores.

Quiero decirte por ejemplo que cuando no estás, en mi mente se dibuja tu cuerpo y puedo verlo devorado por cada uno de tus amantes del pasado y quiero correr, odiarte por cada delirio que no fue mio, arrancar tu cuerpo y amarte con furia dejando marcas en tu piel para que al marcharte las lleves contigo y sepas que siempre vas a pertenecerme.

Poder sentir que con solo una mirada puedes perdonar mis imperfecciones y ves en mi todo lo que necesitas, todo lo que quieres, poder así tratarte y maltratarte teniendo la certeza que no intentaras marcharte que depende de mi tu vida y que sin mi tú vida no tendría sentido.

Atarte a mi gustos, mis placeres, que mis deseos sean siempre tus ordenes y que te esclavices para satisfacer mis más ridículos antojos.

Mi lado oscuro, quiere herirte, hacerte daño una y mil veces más para encontrar la paz que perdió en el momento en que en contra de su voluntad se escapo un te amo.

2 feb 2009

Oniricum


De pronto Chía se percató de la belleza de Julieta. Una hermosa muchacha que deambulaba por las noches en el pantano. Cabellos negros que llegaban a las caderas. No eran lisos, ni tampoco crespos, pero su forma recordaba la sensación que produce una ráfaga de viento cálido en el mar. También notó la diosa que sus ojos parecían de un animal. Óvalos que terminaban puntiagudamente y que estaban ubicados con un ángulo especialmente armónico con su nariz, que parecía de otra tierra. O al menos eso se decía. Su piel blanca era el delirio de todos los hombres. Algunas veces Chía notaba como la miraban. Algunas mujeres la miraban con envidia y algunos hombres con lujuria. Ella también sentía envidia. Pero sentía envidia de no poder tocar la piel de Julieta.

Julieta caminaba en el pantano de don Diego de Vargas. Era tarde y Chía se veía inmensa y rojiza. Un fenómeno poco usual por esas tierras. Cualquiera que la hubiera visto me entendería si le digo que parecía una vieja comadrona que chismoseaba las andanzas de todos los mortales sobre la tierra. El problema es que Chía no tenía comadres con las cuales intercambiar los cotilleos que veía que las mujeres en la tierra compartían. Destino triste para alguien que todo lo ve.

La verdad es que la falta de adjetivos que describan precisamente la hermosura de la joven Julieta, impiden un adecuado relato de lo sucedido. Apelo a sus recuerdos para que piensen en esa sensación que produce ver por primera vez a una mujer de aquellas que con solo dirigir una mirada a nosotros, nos hacen sentir completamente impotentes y abrumados. Nos hacen sentir indefensos como un niño, pero valientes como un guerrero medieval en la cruzada. Algo así sintió Chía cuando Julieta, que había escapado esa noche de la casa de Don Diego para bañarse en los pozos termales de la región, se desnudó aquella noche frente a ella. No podía dejar de mirarla y absorta en sus curvas, la diosa se sintió avergonzada de mirar tan descaradamente a la muchacha que como un pez nadaba entre las aguas y el vapor de los pozos. Una sensación que en su existencia, nunca había experimentado.

Julieta notaba algo diferente en la Luna esa noche. No quiso prestarle atención. Julieta tenía el hábito de nadar en las hirvientes aguas de los pozos y contrariamente a lo que uno pensaría, el agua a esa temperatura, no lograba hacerle daño. De hecho, ese dolor la reconfortaba. De alguna manera, la hacía sentir viva, la hacía desear el mundo y la hacía sentirse deseada por el mundo. En efecto lo era, porque ella, era de esas bellezas como la de la Marcela de Cervantes. Esa por la que lloraba Grisóstomo y por la cual murió de pena.

De pronto la luna se apagó y la noche quedó en tinieblas. Julieta nunca había presenciado tal fenómeno en el cual de un momento a otro, aún cuando el cielo estuviera despejado, la luna, redonda, llena y enorme, de un momento a otro, desapareciera. Julieta escuchó unos pasos sobre la hierba, trató de salir del agua y vestirse, pero la silueta de una india desnuda apareció ante sus ojos. De cabellos larguísimos, de contextura ruda pero femenina, de labios grandes, y unos extraños ojos plateados, la india cautivó a nuestra Julieta.

Esta nadó hacia la orilla del pozo donde se hallaba la india y se quedó mirándola. Contemplando su desnudez. Unos pechos morenos y delicados. Manos rusticas que le indicaban que probablemente se veía forzada a algún trabajo pesado en la encomienda. La india se arrodilló en el pozo mirando fijamente a los ojos a Julieta, quien se perdió en ellos. La india, cuando estuvo a la altura del rostro de nuestra hermosa dama, la besó como nunca la había besado nadie. Le acarició la nuca y la tomó por la cintura y Julieta se abandonó a las sensaciones que la estaban invadiendo. La india le hizo el amor como nadie lo había hecho, la hizo vibrar tantas veces, que finalmente ya no supo distinguir la realidad y la realidad y el ensueño fueron uno solo.

Sintió frío. Se dio cuenta de que estaba a la orilla del pozo y la luna estaba brillando como si nunca hubiera desaparecido en la noche. De pronto sintió un dolor en su corazón que ya conocía porque lo había sentido cuando sentía tristeza, alegría y dolor que extrañamente se mezclaban siempre en su corazón como elixir vital y necesario. Sintió un temblor. Comenzó a convulsionar y volvió a despertar.

Allí estaba. Una luz blanca cegadora que llenaba el cuarto. Una camilla metálica y varias correas. Un par de paletas de madera dentro de su boca, probablemente para que en sus accesos, no se mordiera. Allí estaba aquel hombre que había amado tanto a su Julieta. Esa Julieta que en su paranoia esquizoide ya no sabía si existía. Esa por la que se desgarró su corazón. Ya no quería vivir más. Cada vez las convulsiones era peores, los ataques más fuertes, su cuerpo débil que ya no resistía. Ningún narcótico le calmaba. Su única necesidad era ella.



En alguno de los pocos momentos de lucidez que tenía, Don Diego le había contado su historia a una de las enfermeras del hospital de las hermanas presentinas. Ella solo le escuchaba con lágrimas en los ojos, con asombro por escuchar de esa trágica experiencia. Se convenció a sí misma de que la piedad con ese hombre no podía ser cosa diferente a darle muerte. Poca lucidez le quedaba a él y consideró que el amor de Dios sabría entenderla y perdonarle su pecado. Decidió inyectarle una gran cantidad de un poderoso corticoide mientras dormía. Don Diego moriría plácidamente en sus sueños. Cuando la hermana Josefina aplica la droga a su mortificado paciente este comienza a disminuir su respiración. Sin embargo cada vez toma más aire. Como si estuviera suspirando. De pronto Don Diego siente ese dolor tan familiar en su corazón. Supone que por fin está muriendo y siente ganas de llorar. El dolor es cada vez más fuerte.

Abre los ojos. Gira la cabeza hacia el lado izquierdo. El reloj marca las 3:15 a.m. Julieta ha experimentado ella misma aquel dolorcito del que su amor tanto le habla cuando discutían. Ese mismo que al principio, cuando el coqueteo estaba a la orden del día, él le contó que sentía. Se estremeció. Giró la cabeza y entre sábanas blancas vio a su compañero. Recordó que a él le gustaba que le abrazaran. Lo abrazó, le dio un beso en la frente y al oído, delicadamente, le susurró su nombre.

Pics: "Sueño de verano" & "Míralas!!! Ahí están!!! Son las 100.000 visitas!!!" by movimente cedidas bajo una licencia CC BY-NC-ND-2.0

Soundtrack: Wie ein stern - Frank Schöbel

6 dic 2008

Una Simple Masacre

A pesar que ya estaban advertidas, no pensaron que su muerte llegaría tan rápido...

Siempre pensaron que aquella conversación quedaría allí y que juntos podrían salir adelante.... Pero no fue así....

A medida que las letras seguían cada una fue muriendo...

La primera en morir fue la ilusión...siempre ha estado en la primera linea...así que era el blanco mas fácil....

Luego...cayó la esperanza...compañera fiel de la ilusión....que por ir a ayudarla....recibió su golpe mortal....

Siguieron la comprensión y la paciencia....dos virtudes muy fuertes....que a pesar de cada golpe siempre seguían en pie.....tenias varias cicratices...pero esta vez fue fatal....

Y allí estaba el Amor....seguía el camino de cada párrafo....miraba a sus compañeras....y pensaba en no rendirse....sabia que si ella seguía viva....sus compañeras podían levantarse....al terminar los párrafo....el Amor sentía que lo golpeaban cada vez mas fuerte....

Pero...tantos golpes terminaron por herirlo......pobrecito el Amor....esta tirado....herido de muerte...solo mira al Cielo....toma su Rosario con la mano derecha....solo le quedaba esperar morir...

Mira hacia a la izquierda.....y apareció un viejo conocido....compañero de varias ocasiones...alguien de quien ella no gustaba....pero era inevitable que llegara....llego el Dolor....esta vez....lo vio mas fuerte....y este le dijo:

"Vine a estar contigo el tiempo que te queda....no se realmente cuanto será.....pero aquí estaré hasta el final....para que veas que no soy tan malo....traje esta agua....que te refrescara y te ayudara mientras llega el momento"

Y fue así como le roció esa agua en sus ojos....y desde este momento el Amor tiene su mirada triste y apagada.....las lágrimas no lo dejan mirar mas allá.....pero esta vez el Amor decidió esperar morir.....no había porque luchar...el Amor volvió a recordar cada letra, cada coma y allí el Dolor le apretaba su mano mas fuerte....

Esta vez el Amor sabia que esta vez no se iba levantar....miraba cada una de las marcas que tenía del pasado....miro hacia al frente....allí estaban todas sus compañeras ya sin vida....ellas eran las que la mantenía en pie....se acerco a cada una y les dio un beso en la mejilla....

Por ultimo se acostó al lado del Dolor y le dijo: "Solo quedamos tu y yo"

Y el Dolor le respondió: "Esperemos que no sea por mucho tiempo"

Desde ese momento....el Dolor es quien cuida la agonía del Amor....

4 oct 2007

Clasificado

...Se busca hombre alto, delgado, sin cabello, algo desgarbado. Se ha perdido
hace unos dìas, se fue sin decir adiòs y nos ha dejado sin su compañìa. La
última vez que lo vimos, iba vestido de blanco, de impecable blanco, son su
guayabera almidonada, pantalòn de lino, y alpargatas.
Dice que fue a
trabajar, pero en su trabajo no reconocen aùn su llegada. Es importante
encontrarlo, es hijo, es esposo, pero sobre todo es padre.......
Comunicarse
al 6789097......lo esperamos......


Durante los siguientes dìas el telèfono no sonò. La soledad retumbaba en todos los rincones de la casa. La resignaciòn era parte de cada uno de los miembros de la familia. Nadie, absolutamente nadie entendìa por què asì sin màs, sin nada, el habia decidido abandonarlos...........
Una noche todos reunidos unos meses despùes a los pies del arbol de navidad, se agarraron las manos, cerraron sus ojos y empezaron a orar.........Ese dìa, a las 10 de la noche el telèfono sonò.........La madre contestò...........y luego de cinco minutos, con las làgrimas en los ojos, pàlida, màs pàlida que un papel colgò y entre sollozos dijo: Hijos, hoy podremos dormir tranquilos........su padre ha pasado a mejor vida!

Lo que nadie sabe hoy es que fue el mismo quien al otro lado del telefono se lo dijo..........."Martha, estoy bien, odio haber sido el hombre que fui, haberte golpeado, haberte herido, desde siempre te mentì. Todos los dìas una parte de mi morìa, asì que al colgar finge dolor pero duerme con felicidad, dile a mis hijos, confiesa la verdad, todo acaba hoy, hoy para ti,
para todos he muerto........."

18 ago 2007

Mi Fantasma

Allí me encontraba yo sentada en el piso frio de este cuarto, allí estaba yo, cansada de luchar y de esperar, ya no tengo mas lagrimas…creo que se me acabaron.

Continúo sentada….a pesar que esta habitación es gris y fría la quiero, ha sido mía por un tiempo, pero se que ya no debo estar aquí…

Tomo un aliento, intento levantarme pero no puedo, el miedo a saber que me voy me detiene y vuelvo a respirar, esta vez con mucha mas fuerza y logro ponerme de pie. Miro a mí alrededor, tengo un dolor en el pecho, es el dolor de la despedida.

Hoy decidí que este cuarto será solo un fantasma que me acompañe y me recuerde lo que quise que fuéramos, solo tengo que girar la perilla y abrir la puerta….

7 jun 2007

La Ultima Noche

Allí se encontraba ella...mirando por la ventana, sabia que tarde o temprano el iba a llegar. La noche de hoy en especial era muy extraña soplaba un viento frio y el cielo como hace mucho tiempo no lo estaba lleno de estrellas con luna llena…

Al voltear, sin querer se encontró con su reflejo, hace tanto que lo había evitado, no quería verse, aquella quien alguna vez fue bella ya no lo era, sus ojos ya no brillaban y sus labias que alguna vez fueron color carmesí ahora se confundían con el palidez de su piel…su mano toco el frió espejo y salio una lagrima…una sola y fuerte lagrima….sabia que esta seria su ultima noche y trataba de recordar aquellas épocas en que fue feliz junto a el….

No sabia en que momento su vida se había convertido en lo que era ahora, recordó cuando paseaba en la plaza y le encantaba recoger las flores y olerlas, también como disfrutaba sentarse al pie del lago a mirarlo… pero todo esto cambio en una noche como la de hoy…cuando lo conoció…ella sabia que su amor era imposible eran diferentes y no solo en temperamentos como se podría pensar…eran de diferentes especies…

Esa noche, cuando se conocieron, ella veía las estrellas desde la misma ventana y como toda joven pedía deseos a ellas, deseaba tanto tener un esposo y tener hijos a quien consentir…cuando de pronto escucho un ruido muy fuerte como si el techo fuera a caerse…bajo la mirada y allí estaba el en suelo. Bajo corriendo, el corazón le latía muy fuerte, no sabia con que se iba a encontrar, pero aun así no podía evitar ir a ver que pasaba. Al llegar se acerco y vio que era un hombre, fuerte por su aspecto, pero muy pálido…noto su herida cerca del corazón, sangraba mucho, así que arranco un pedazo de su vestido azul turqui y se lo puso en el pecho para parar la hemorragia, como pudo lo llevo hasta la parte de atrás de la casa, lo acomodo y lo cuido hasta que el despertó. Cuando el la vio quedo sorprendido, sus ojos eran tan brillantes tan llenos de vida y de esperanza, pensó si alguna vez su ojos fueron así también, ya que los suyos siempre estaban opacos. Pasaron, días, semanas y meses y aunque el ya se encontraba sanado, no quería irse de su lado, quería que esas manos suaves lo siguieran curando y ella no quería que se aliviara del todo, ella disfrutaba tanto de sus historias y cada noche pasaba mas y mas tiempo a su lado.

Estaban tan concentrados el uno por el otro que no se dieron cuenta que la luna y las estrellas ya no salían…las nubes cubrían todo el cielo, pero ellos no se fijaban en el cielo solo se miraban el uno al otro…el sabia que debía irse pronto no le quería hacer daño y sabia que no lo podía evitar cada vez era mas difícil contenerse… y lo inevitable llego…no pudo mas con el hambre sentía y ella estaba allí sentada a su lado tan bella como siempre…el se acerco a su cuello y la mordió…ella abrió sus ojos y de sus labios salio el grito de dolor al mirarlo vio su boca llena de su sangre pero sus ojos reflejaron por primera vez un sentimiento….el quería decirle que lo perdonara, que el necesitaba de su sangre para sobrevivir que realmente lucho contra su naturaleza para no herirla, así que la soltó y salio de su vida…por lo menos eso creían ellos en esos momentos.

De repente, ella quito su mano del espejo al escuchar el ruido de todos los domingos, esa era el día en el que el llegaba, cada vez demoraba un poco mas con ella, no podía apartarse de ella, ella hacia que su piel vibrara y hasta podía sentir que su corazón podia latir… cada día ella se acostumbraba mas al dolor de sentir como se le iba acabando su sangre…creo que se acostumbro a esa sensación hasta que llego un momento que ya no sufría….ella solo era feliz por tenerlo cerca y de poder abrazarlo aunque sea por un rato…pero ambos sabían que esta noche llegaría…

Allí estaba el sentado en la ventana…hoy trajo flores, eran unas azucenas…ella las tomo las puso en la cama y lo beso muy fuerte, como nunca lo había hecho tanto que sus labios sangraron al ser lastimados por sus colmillos. Esta noche miraron el cielo, conversaron un poco mas de lo acostumbrado, rieron mas que todos los días, pero llego el momento de despedirse…el quería irse sabia que hoy la iba a perder para siempre pero ella tomo su mano la puso en su pecho y le dijo que suyo era su corazón y aunque no podían estar juntos, quería de alguna forma poder estar con el para siempre…esta vez el fue quien la beso, pero fue muy tierno, muy suave, muy especial, sus labios empezaron a bajar por su cuello, solo quería besarle las heridas que el le había dejado pero su instinto animal era mayor que el amor que sentía por ella….ella solo lo abrazaba con los ojos cerrados esperando ese momento …fue el momento mas largo de sus vidas….de pronto ella sintió que su corazón latía menos…ya no sentía dolor, ni tristeza…el limpio su boca de sangre y la miro, ella tenia los ojos cerrados pero se podía notar que sonreía…el la volvió a besar pero ya no tuvo respuesta, busco entre el tocador unas tijeras, rompió el vestido de ella y saco su corazón, lo guardo en su bolsillo izquierdo…así podría tener a su lado algo que siempre deseo tener….el corazón de su amada.