18 jul 2007

Regresa

Esta tarde decidimos ir a ese lugar bonito, donde venden el café que me gusta y que siempre me tomo con una sonrisa. Hablamos de nosotros, y de ellos y mencionamos a esos otros, sabes que no me gusta mucho hablar de aquello que me atormenta, pero tú consideras que es necesario, dices que así puedo liberar mis miedos y que mi temor al rechazo y al fracaso desaparecerán paulatinamente. Yo te miro fijamente y te creo, de alguna extraña manera ahora es tan fácil creerte, ahora es tan fácil ser feliz y de verdad. Tomas mi mano cuidadosamente entre las tuyas, como una suave flor delicada al tacto, y me quedo inerte viendo como la conduces despacio hasta tu boca, la besas y miles de sensaciones se desprenden de tus labios y recorren mi mano hasta esparcirse por todo el cuerpo como un torrente de deseos y ganas, pero sobre todo, como una dosis necesaria de amor.

De repente te alejas y tu imagen se desdibuja ante mis ojos azabaches. Extiendo mis brazos mientras todo se vuelve oscuridad y te llamo por tu nombre varias veces, de manera angustiosa, y a tientas por el lugar me muevo torpemente intentando alcanzarte. Me llamas tu también y la agonía mezclada con un dolor intenso que empieza a apoderarse de mi voluntad y mi fe, hacen que te sienta mas y mas lejos. Te pierdo y no es un sueño. Tu amor es más grande y de entre las tinieblas descubro tu mano que me llama, tu mano que me da vida, tu mano que necesito, y la tomo con fuerza y escucho un susurro muy débil junto a mi oído: -Despierta princesa, despierta ya, dame una señal de que hoy si lo harás-

6 comentarios:

Kuroko dijo...

Sencillo y bien contado.. Corto y refrescante.

Aretino dijo...

Buen relato. Solo espero que hoy la princesa haga algo mas que café...

Cerebro dijo...

Se esfumó muy deprisa, recorro la oscuridad pero ya esa mano no está...

Alejandro Serafín dijo...

visualizo un estado de coma... historia bastante interesante. Bien Maya, como decimos en México, te la rifas!!

Nash702 dijo...

Buen relato. Me llevó fácil y bonito.

Iván R. Sánchez dijo...

Bonito, bonito. Y a mi tambien me pareció lo del coma. Chaito.