6 jul 2007

Carnaval



Desperté en mi cama con un hormigueo en mi mano, síntoma clásico del desorden nervioso que padecía desde pequeño, la froté contra mi pierna para hacer desaparecer la sensación, y ese hormigueo fastidioso se convirtió en punzadas que me hicieron poner en pié, cual fue mi sorpresa cuando vi en mi mano a diminutos seres que atacaban mi piel, como cuando una persona se siente en peligro mortal y pone todas sus energías en defenderse. Retiré rápidamente a las hormigas que me atacaban, y busque la hendidura en la pared por donde se habían filtrado hasta mi cuarto, tuve que retirar un poco la cama de la pared y allí estaba, estaba el hoyo negro por donde salía material vivo a la dimensión de mi cuarto, traídos de otro universo más natural y mucho menos aséptico, se colaban cientos de hormigas siguiendo un camino aparentemente virtual y un poco desordenado para mi ojos, pero ellas seguían un orden por las sustancias químicas que arrojan al caminar y que sirven de guía para las que van detrás, es como cuando un hombre persigue un perfume agradable en una calle desconocida y peligrosa.

Me acomodé en mi cama ya un poco más retirada del paso de estos animalitos, para ver mejor el comportamiento de estos seres que sentía cada vez más como mis congéneres, e imaginé a la pared de donde provenían, como la madre cariñosa que desprende sus entrañas para darle vida a algo más sublime, y a las hormigas como gente confundida al llegar a un mundo inhóspito donde se les aborrece, sentía pena por ellas... Por su vida tan parecida a la mía, un sin sentido para el que nos observe aunque para nosotros resulte claro nuestro camino. Ellas se persiguen en su camino una por una, parecen en su conjunto un carnaval de seres con mandíbulas grandes y pareciera que al transitar se divirtieran comunicándose con sus extrañas antenitas moviendo su cabeza de un lado a otro, como si estuvieran involucrados en una frenética danza de esas a las cuales evito asistir; Hasta ellas entre sí se pueden comunicar mejor de lo que yo lo hago con las personas, se entienden a la perfección, y una lágrima sale de mis ojos mojando su pequeñó mundo, todo un acontecimiento para ellas que rodean la lágrima en una suerte de rito que me recuerda el sin sentido de las fiestas humanas. Me quedo dándole vueltas a esta idea, y me dan náuseas de que un insecto tan pequeño empequeñezca mi autoestima, ahora mismo voy por un insecticida para matar a esos bichos.

6 comentarios:

Unknown dijo...

Me parece que tiene suin pa escribir, pero , el escritor solo quiere dar a conocer su egocentrismo, combinado con su falta de apoyo en este medio como son los blog

Anónimo dijo...

El cuento esta de locos, muy existencialista y pobres Hormiguitas!.. pero es bueno, la verdad es que hay que ver cuan diferentes somos las personas en cuanto a la manera de pensar, me parece una idea diferente y controvertida para este tema, difícil de concebir para mí.

Aretino dijo...

Buen relato. El hecho de involucrar algo trivial como una fila de hormigas con tu vida y de todo ello armar una historia es un buen intento

Iván R. Sánchez dijo...

A mi me gustó y aunque suene como suene, no quisiera ver como al leer algo, que es de contenido como los cuentos que aqui se encuentran, se deba atacar (criticar) al escritor y no al cuento. Independientemente de los sentimientos que genere el escrito. Buena historia.

Anónimo dijo...

No pretendo mostrar ningun egocentrismo en mi relato, no veo de donde se puede sacar una idea como esa.

Las ideas que plantea el existencialismo, son muy afines a lo que trato de plasmar aquí, tal vez si dieramos una mirada a lo diminuto encontraríamos muchas respuestas de lo que nos aqueja en la vida diaria.

La trivialidad de las hormigas para los seres humanos, puede tener un paralelo con lo que podría sentir Dios al observar nuestras vidas; sin embargo para las hormigas no es trivial que el tipo este traiga un insecticida y las acabe a todas. Gracias por leer mi relato.

Es para mi muy importante generar polémica con mis relatos, aunque suene un poco pretencioso, pero es una de las grandes ambiciones que me ha empujado a escribir, las críticas por mi son bien recibidas si se hacen en un tono respetuoso, y si no, que por lo menos tengan una razón seria de ser y no como un sentimiento de desahogo irracional.

Anónimo dijo...

Este cuento es mas profundo de lo que parece a primera vista.

Si uno asimila las hormigas con gente, que el personaje considera inferior entiende su dolor al ver que siendo el superior y no tiene la alegria que tienen las "hormigas"!

Y el final sería mas violento aún! Solo lo ver que esa es la motivación para buscar el "insecticida"

Lo deje de último pero me gustó!