13 jun 2007

Hasta el final...

La noche iluminada por las cientos de estrellas que los veían
caminar por las calles de la ciudad, parecía mas bella, mas larga;
parecía mas una de esas pinturas donde todo es perfecto y el
momento se conserva para siempre en el país de los colores que
jamás perecerán.

Su idea de una noche romántica, eran velas, comida italiana en un
restaurante elegante y un paseo agarrados de las manos mientras conversaban acerca de sus planes para el futuro y discutian si la mascota de la casa debería ser un perro de raza French Poddle o un Husky Siberiano.

Se amaban, y se notaba. Ella lo miraba con ternura repasando cada una de las facciones de su rostro redondo y pálido; el la miraba de pies a cabeza recordando los momentos en los que la había hecho suya y suspiraba. Era la mujer perfecta en el momento perfecto.

Después de un largo paseo decidieron descansar un rato en una de esas banquitas de madera oxidadas, situada junto a un farolito que iluminaba el lugar con luz tenue. La ciudad estaba desierta, les encantaba así, era más fácil escuchar su respiración y con un poco de esfuerzo, podían hasta escuchar los pensamientos del otro.

Tomaron asiento y se se quedaron callados, silentes, absortos cada uno en su mundo de ideas y pensamientos. Sólo se miraban directamente a los ojos, hablando sin hablar. Se abrazaron, fundiéndose entre sentimientos que no podían explicar, haciéndose un solo cuerpo, una sola mente, un solo amor.

El aprovechó el momento y deslizó su mano sutílmente dentro del bolsillo de su larga chaqueta de cuero negro. Se apartó un poco y la besó en los labios; esos labios carnosos y bien delineados, esos labios que se habían convertido en su perdición. De repente ella emitió un ligero gemido y lo único que los separaba era un delgado hilo de saliva que se mantenía firme entre sus bocas.

Ella lo miró de nuevo e intentó articular palabras que se perdían en el silencio de aquella noche. Sin embargo, él sabía que la palabra que ella inutilmente queria decir era Gracias. Se acerco a
su oido y le susurró algo que quedará entre ellos dos para siempre, mientras ella se sumergía en el mundo de los muertos para no regresar jamás.

Se apartó de inmediato y retiró la navaja que había enterrado en su espalda. Unas gotas de sangre se escurrieron por sus dedos huesudos. Cerró los ojos y sin más preámbulos clavó la navaja esta vez en su propio corazón, le dió vuelta para asegurarse de que moriría desangrado
rápidamente y cayó de un golpe justo a los pies de su amada.

Era la mujer perfecta en el momento perfecto. Las estrellas iluminaban la noche oscura ayudando al farolito que se encontraba junto a la banca. A ella le gustaba repasar el contorno de sus labios con su dedo índice; a él le gustaba escucharla gemir mientras hacían el amor. Todo parecía tan perfecto, como en una de esas pinturas donde el amor se conserva para siempre en el país de los colores que nunca morirán.

10 comentarios:

Alejandro Serafín dijo...

Maya, ya ves k no era nada personal, k gusto ya tenerte dentro del grupo.
Con respecto a tu cuento, imaginemos una parábola de vida o campana de Gauss, dónde todo nace, tiene un climax y posteriormente perece, dicen que lo ideal es acabar las cosas cuando están en la cima, una interesante decisión que tomaron tus personajes porke su amor en ese momento era perfecto. Felicidades!

Jaime Diaz dijo...

Mmmm... yo quiero saber porque lo hicieron... pero me imagino que esa es la gracia del cuento.

K dijo...

ESTA HISTORIA ME RECUERDA LA ESCENA FINAL DE AQUELLA PELICULA,DE VICENTE ARANDA DONDE ACTUARON MARIBEL VERDÚ Y VICTORIA ABRIL, "AMANTES", DONDE JUSTAMENTE EL PERSONAJE DE MARIBEL MUERE APUÑALADA POR SU HOMBRE, EN ESTE CASO ÉL LA ENGAÑABA CON OTRA( VICTORIA ABRIL) SE LA RECOMIENDO
BUEN POST.

Klau dijo...

Siiiiii... no es justo! si todo era tan perfecto.... por qué lo hicieron]???

Segun esto, al parecer nunca lo sabremos porque sus protagonistas ya no están....

:(

Migu dijo...

A mi ronda por la cabeza la duda de porque muchos atinamos a matar a alguno de los personajes?

Me encantò propio de tus mundos y tus imaginaciones. Buena historia. Me gusta, cada quien pude decidir porque murieron!!!

Anónimo dijo...

Maya:

Quedé sin palabras....

Tal vez en la otra vida?

Saluditos

Wendy

Aretino dijo...

Buen relato. Creo que hay personas que la perfección los llena de pánico.

El saber que ese momento no volverá. Sera este sino lo que los obliga a terminar con ellos o sus seres amados?

El deseo, así sea de su propia sangre, de la vida de sus entrañas lo que los motiva a tomar esas decisiones tan radicales?

Anónimo dijo...

Que bueno que Maya ya este activa y publicando!!

Y que cuento! además del tremendo giro al final, las motivaciones son infinitas y el final abierto nos deja en libertad de cada cual escoger.

Bien Maya!

Iván R. Sánchez dijo...

Esto, es demasiado romantico, el momento ha sido eternizado, el amor nunca perecerá asi quienes lo representaban hayan muerto, es sublime, es el encuentro perfecto de algo que se resiste a embarcarse en lo vacio de lo moderno. Wow!!!

Ma. Magdalena Torres dijo...

Es obvio... O mueren ellos o muere el amor. Simple. Quizás así deberíamos morir todos.
Un poco recargado.
Una buena alegoría del dolor del desamor.