11 jun 2007

Antes de las Sombras.

La princesa Shaden y El Cinturón de los Doce Reinos.

De entre las nubes grises y espesas, salen cual flechas las puntas de las torres. Su imponencia siempre hacía a los viejos recordar a sus arquitectos y las manos que lo erigieron en aquellas épocas de más luz, cuando los doce reinos del norte donde -cada uno- hacía hermandad sagrada con el otro y así formar un perfecto cinturón de dominio bondadoso y justo.
Las épocas de luz llenaron de esplendor a toda la región de la comarca y la prosperidad parecía que llegaba en cuanto se pisaran los pastizales del cinturón de los doce reinos.
El reino fundador, aquel que unificó a los otros once, tenía como soberanos a una pareja de jóvenes reyes, descendidos directamente del clan del agua amarga y padres de una hermosa bebé de cabellos castaños, rizados, pequeños, con una piel tan suave como cutícula de almendra y un par de ojos enormes color de luna.
En las mañanas tibias de Mayo, un pequeño cesto con la princesa Shaden era puesto justo en medio del patio principal, vigilado celosamente a la distancia por su madre que estaba pendiente de que la princesa bebé no se tapara con las sedas de su pequeño nido portátil y evitara el contacto con los rayos que se creía, templaban carácter y fortalecían el torrente de su sangre.

Así pasaban esos momentos cálidos de baños de sol y té de camomilas con leche recién ordeñada; baños dos veces al día y una siesta que variaba según el sopor de la tarde.
La infancia transcurría tranquila, a su tiempo, mientras la frágil bebé se fue convirtiendo en una niña sana, activa y corredora de pasillos. Los rulos del cabello se alisaron un poco, las facciones se afinaron, la mirada se profundizó y más aun al escuchar la respuesta de alguna de las infinitas preguntas que le hacía a medio mundo, desde sus padres, hasta el herrero que cada quince días visitaba las caballerizas para revisar los herrajes del los caballos reales.
Shaden podía pasar horas escuchando aquel hombre de grandes brazos, respondiendo a sus preguntas con respecto a los caballos, al martillo, a los callos de sus manos y porque usaba un delantal de cuero y no de seda con bolitas. Preguntaba si le causaba dolor a los coacos, el clavo que entraba en su pezuña y que si estos eran muy valientes o simplemente no sentían dolor alguno… es más, llegó a preguntarle porque traía colgado al cuello algo que para ella era una simple piedra, pero cuando el herrero le dijo que era un diente de dragón, le causó tal fascinación, que llenó de historias de dragones voladores a los niños de la villa que junto a ella, atendían la escuela donde su madre les hablaba de sus antepasados, les enseñaba a leer y les mostraba lo grande de su cultura ancestral.
Les hablaba de los “Guardatorres”; dragones sin jinete que cuidaban los cielos del reino y habitaban las torres mas altas del castillo, así como los “Marduks”, cuerpos sin sangre que, muy al sur del último recinto, vivían en su propio mundo de sombras y penumbra. Estos últimos, también protegían al castillo, pero no contra flechas filosas o invasores de tierras pantanosas, más bien su resguardo era contra lo invisible, contra lo que torcía las mentes y envenenaba con dulces sonidos de una flauta o tiernos cantos de sirena, pero que por alguna razón estaban confinados a vivir entre las sombras.




El comienzo de la noche.

Los reyes andaban inquietos. En la última reunión de ministros de los doce reinos, no supieron explicar que era lo que acontecía.
El reino de Blashfit argumentó que podrìa ser un lobo, o tal vez una manada de ellos, pero de inmediato fue descartada la teoría ya que, aun habiendo pedazos de carne lazerada, no era de lobos dejar los cadáveres de animales como fiambres.
Se sabía que si no acababan con el asesino de vacas, ovejas y caballos, tarde o temprano una vida humana pagaría el precio de su andar fuera de los limítes establecidos.
Se organizaron cazerías nocturnas por los siguientes tres meses, los Marduk seguían en su reino de penumbras sin dar aviso de algo oscuro, pero el resultado infructuoso de los esfuerzos no bajó los ánimos en ningún momento, ya que las masacres súbitamente pararon con la llegada del invierno, dando pie a un tranquilo comienzo del Festival del Vino.

Poco a poco, el centro del cinturón de los doce reinos fue ocupandose cada vez más. La música, las hogeras esparcidas y el olor a cordero con especias flotaba en el ambiente festivo. Grandes barriles con vino de diferentes uvas, llegaban en carretas mostrando orgullosas sus diferentes escudos: Dormut, Blashfit, Vorphalack, Tantru, Keralia y entrando por el lado este, el otro grupo de carretas: Ixta; el reino del Clan del Agua Amarga, Ashtaba, Trebaruna, Cabono, Ankarat, Zidina y Sestriere.
Toda la circular campiña se llenaba de algarabía, júbilo y música de flautas dulces y panderos, hombres y mujeres bailando, bebiendo, comiendo y la princesa Shaden en la lejanía sentada al lado izquierdo de su padre en el pequeño trono a su tamaño, esperando a que los juglares terminaran su acto para poder bailar con los demás niños que brincaban al mismo tiempo y tomados de la mano, cuando de pronto, gritos de desesperación y ahogo se escucharon a lo lejos acompañados de un tumulto que se aproximaba.

El rey, se levantó con calma para divisar desde la altura donde se encontraba con su familia el porque del alboroto. Shaden y la reina se quedaron en su lugar y los gritos de mujer solo clamaban por una niña extraviada de nombre Agnes. La última vez que se vio a la pequeña niña, fue cuando las hogueras se estaban encendiendo y Agnes jugaba con un cordero que se escapo hacía la colina que delimitaba al cinturón de los doce reinos con las tierras de fango y lodo.
Soldados de Ixta y Ashtaba bordearon la mitad del círculo, mientras los de Dormut y Blashfit tomaron la otra mitad, el resto de los reinos, trató de mantener la calma entre la gente y organizaron búsquedas internas pero fueron por demás en vano ya que la pequeña Agnes parecía haber sido tragada por la tierra.
Los miedos comenzaron a llegar y se hacían grandes esfuerzos por mantener la calma y al mismo tiempo se intensificaba la búsqueda que ya tenía varios soldados más de todos los reinos mirando hasta por debajo de las piedras, atrás de las carpas, arriba de los árboles, pero nada, hasta que en medio de unas matas, se vieron un par de zapatitos rojos que al acercarse, se fue convirtiendo en un pequeño cuerpo en posición fetal que se aferraba a una mantita de lana. Todo el cuerpo estaba sucio de lodo y tierra, así como el rostro que mostraba unos ojos enormes como platos. Agnes temblaba y ligeras lágrimas salían de sus ojos que a penas parpadeaban. A unos metros de ella, un cordero masacrado yacía con la cabeza semi separada y sin una gota de sangre en lo que quedaba su cuerpo que aún estaba cubierto de lana.

P.D. Lo dedico en especial a mi hija Zara, la princesa Cabonosa.

9 comentarios:

Aretino dijo...

Buena historia enmarcada en los nuevos reinos mágicos. Aunque creo que por su narración es mas largo que lo narrado acá, lo que deja la historia como truncada. Habría que buscar la manera que esto no suceda.

Anónimo dijo...

Sniper me siento como "preñado" con tu historia, espero que venga la segunda parte.

Pero me gustó, ese mundo fantastico muy bien descrito.

Nash702 dijo...

Claro que si viejo! Espero la segunda palabra para que en base a ella podamos darle continuidad al asunto.

Saludos Mexicanos!

Jaime Diaz dijo...

Que buena idea Sniper, dentro de poco tambien iniciaremos la historia conjunta.

En cuanto al cuento, estoy de acuerdo con Frewill, quede con ganas de mas.

Anónimo dijo...

Me uno al sentir general.. esta mágica historia merece una segunda parte.

Saluditos

Wendy

Anónimo dijo...

Alguien me conto de este blog y me explico la dinámica. Entre y leí todos los cuentos hasta ahora publicados, todos muy buenos. Pero yo, me quedo con este ("Antes de las sombras") como mi favorito. Muchos me atraparon, pero creo que la mayoria siguieron la misma línea y este resalta y sobresale del resto. Es simplemente mágico!

Felicidades Sniper, sigue con tu magia.

Anónimo dijo...

Segunda o primera parte... esta historia TIENE que ser parte de algo más grande.

Anónimo dijo...

Heyyy amiguito, sigo opinando lo mismo....me encanta tu forma de escribir y me uno a la opinión de que esta historia debe continuar....enhorabuena "Sniper" vas por muy buen camino!!

Nash702 dijo...

Ceci, gracias por tu comentario! Espero la próxima palabra para ver que se no ocurre.

Saludos!