3 ago 2007

LA PERSISTENCIA DE LA MEMORIA.



Domingo la esquina de la calle se abre para tragarse sus pasos. La imagen fija de sus pies descalzos, pisando el tapete rosado que dejan los robles cuarenta días antes de la cuaresma. Llovían flores. Como hace veinte años cuando no se cansaba de ser niña. Los días felices irse al pueblo internarse semanas enteras en comunión con los yuyos los cucharos, las hicoteas y el olor a leña de la comida recién hecha. Días de caminar entre algodonales, tabacaleras, de matar el sopor de marzo en arroyos de agua dulce, días de escuchar a los mochuelos cantar canciones de miedo en los montes de Maria.

La memoria navega traicionera entre voces que se alejan con los años, La felicidad definitivamente se esconde tras el manto liviano en los recuerdos de la infancia.
A estas alturas la ciudad ya se había tragado muchas de esas cosas que la hicieron tan honesta. Hacia tres años que su nana no estaba a su lado, su unión al mundo real se había perdido, aunque la visitara de vez en cuando en uno que otro sueño premonitorio. En aquel septiembre de luto, lagrimas eutanasia mala vida y buena muerte. Se mantuvo, inmóvil vida y muerte paseaban juntas a un mal amor que le carcomía el alma. En ocasiones el dolor era tan grande que se le atravesaba en la garganta como una espina, en fin hizo de la nostalgia la mejor manera de vivir; Siguió caminado descalza por largo rato, las flores seguían cayendo en tormentas irrepetibles en mucho tiempo, su cabeza siempre mirando el suelo, sin miedo ni vergüenza. Solo recorría la cara de las personas que ya no estaban. Incluso la cara de aquel ser que en la vida quería volver a recordar, aunque para ese entonces el sentimiento era mutuo, superar el maltrato, los golpes, el secuestro a puertas abiertas, la jaula que se había vuelto pájaro, ya no sabia que hacer con el miedo.

No era fácil intentar dormir una noche entera sin el Sabor del alcohol y las pastillas, la ayuda ocasional la convirtieron en viajera frecuente del valium y la ginebra. Nadie te puede conocer más que tu mejor enemigo, así fue como Efraín salio de su vida con todas la de la ley, dejándola en la calle sin un peso y embargada por el banco, los moretones en la piel no son graves comparados con los que se dejan en el alma, nunca llegaran a ser tan nefastos, como fuera la procesión le iba por dentro, su entereza y terquedad no le permitían doblarse gritar o golpear con la brutalidad animal de Efraín, por eso se refugio en las pastillas el alcohol y la hierva..el viaje con Kundera, mutis, García Márquez le había comenzado a los quince años, estos eran pues sus copilotos de aviación, mientras tanto seguía durmiendo sola en su cama doble, no por falta de voluntarios si no por falta de voluntad.

Esa noche de brisas propias del caribe mientras observaba los robles casi doblarse como palmeras, cayo en cuenta de que hacia doce meses se creyó el cuento de enamorarse del loco, el poeta de la manía compulsiva de un hombre por el que siempre se sintió juzgada por su condición de origen humilde y su creatividad desbordada. Así eran las noches de sophia interminables mezcla de fluidos sudor, saliva, y semen. De promiscuidad, malas promesas, perdones creídos y engaños olvidados, se tragó el cuento en nombre del amor, de callar soportar y poner la otra mejilla. A sus veintidós años se vio preñada de este animal, todo indicaba que la historia de la madre soltera se repetiría, para el la solución fue fácil, los motivos suficientes, no tenia trabajo, los hijos cambian todos los planes, responsabilidad pañales con mierda, vómitos y orines llantos en la madrugada. En fin sus fluidos por otros que no le pertenecían. Siempre hay mas razones para tomar el camino corto que enfrentarse a la realidad.
En conclusión la llevo a una clínica de estas que se mencionan en las noticias de los diarios y que el gobierno se niega a aceptar que existen.


Sophia estaba en el quirófano, en medio de la mala anestesia escuchaba a los médicos hablar de impuestos el ultimo partido de fútbol local y el costo de la matricula en el colegio caro del hijo del ginecólogo. Nadie el dijo que eso iba a doler, aunque ella espero que le doliera todo lo que fuera posible. El dolor no era en el útero, se le había trasladado a la conciencia. La vida no sería nunca más como antes, ya no vería sus ojos en otra persona que no fuera ella. El alma se le escurría a través del catéter y la cánula de succión. Hasta las vacas tienen más dignidad en un matadero. Pero esto es mas frecuente de lo que la mayoría de las niñas de bien acepta. Minutos antes en el lobby de la clínica se había encontrado con una chica que vivía en el barrio, ambas no tuvieron mas remedio que agachar la cabeza y pretender que no se conocían;

Esa noche quedo grabada en el rincón mas oscuro de su vida. Y todo debería agradecerlo a la valiente paternidad de Efraín. Fue ese día cuando el amor se le convirtió en odio. Cuando descubrió que era capaz de odiar como la misma pasión con la que ama. La misma entrega, e incondicionalidad ahora eran asco. Le soporto un tiempo mas las borracheras, drogadas y affaires con sus actrices de quinta categoría. La promesa te haré famosa reconocida y bla, bla, bla. Una de esas noches la dejo encerrada en la habitación 68 de aquel asqueroso hotel donde vivian a ratos . Nadie acudió a sus gritos ni suplicas nadie tumbo la puerta al piso, mientras el de pura amargura la encerró para que sophia no se encontrara con su madre. Días antes conoció a un forastero la plaza de santo domingo, el se acerco a preguntar una dirección mientras ella leía uno de sus libros favoritos, ´Abdull Bashur soñador de navíos.´´ como Abdull quería dejar atrás toda esa vida. Por dios algo inverosímil solo tenía veintidós años y tenia que volver a comenzar.

El rostro que miraba en el espejo cada mañana le parecía totalmente desconocido. Una mujer mayor habitaba ahora esa piel trigueña esos ojos negros esa fragilidad aparente que poseía. Una y otra vez preguntaba ¿como había llegado a ese punto? ¿A que horas la vida la maduro a palos?. Como simplemente no se murió la noche en que decidió dejar de respirar en la bañera. Mientras tanto en casa mamá creía que su hija era feliz. Que andaba con un loco pero que la amaba. Él que se llevo tan pronto a su hija, la niña rebelde que aprendió a cocinar por ensayo y error. Que nunca iba a la iglesia que andaba con la misma maleta entre cada ciudad costera del país. La que correteaba olas en los tiempos mas felices. La que ya no volvería.

Ese veintidós de noviembre sophia acompaño a Alejandro a encontrar la dirección de una casona muy vieja en el barrio de san diego parecía que la quería comprar o que se la querían vender a buen precio. Luego caminaron un rato por el centro histórico de la parte vieja de la ciudad, tomaron café en el plaza simón bolívar y como él no conocía a nadie quedaron de cenar esa noche a el un restaurante que tenia fama de ser el mejor de la ciudad. Simplemente a ella le pareció un tipo simpático, y culto. A el que era mujer muy joven para estar casada. Al final de la cena esa noche Alejandro le pidió que lo acompañara al día siguiente a mirar otras casas pues ella era una guía muy eficiente. Esa noche mientras hablaban de Vivaldi y Chopin compositores poco escuchados en el caribe Alejandro noto que en sophia una belleza marchita esa especie de aura misteriosa; en las personas que no lo dicen todo. Se sintió atraído hacia ella pero no le dijo ni le dejo ver nada. Como siempre la casualidad la seguía. Terminaron la ultima copa de vino blanco y el se dispuso a acompañarla hasta su hotel en la avenida Santander , ella le dijo que no hacia falta que primero se quedara el a dos cuadras y que ella mañana le recogía para salir a ver las otras casas. Había química era evidente pero también disimulada. Por ambos, cuando tomaron el taxi en la esquina de la plaza de san diego no acababan de subir al carro cuando de la nada salio Efraín , le abrió la puerta derecha donde iba sentada ella y casi la toma del brazo, él taxista sabiamente arranco para evitar lo que luego sucedió.

Efraín se veía muy borracho. Y con los ojos ardiendo de ira., Alejandro no imagino que el amante de esta mujer tan especial era ese. Le pregunto entonces –¿le conoces al tipo ebrio?- si - entonces sus ojos cobraron ese tono de angustia ella le dijo que no se preocupara que todo estaba bien que al llegar le explicaría. – la tan consabida frase*- las cosas no son como parecen- .
La noche transcurría en medio de la normalidad en la ciudad, sophia se bajo unas cuadras antes para concretar que iba a decir y como y cuando La brisa fuerte que entraba a la avenida desde la bahía no la dejaba caminar con facilidad. Llevaba suelto su cabello negro, y la sensación de que algo inevitable sucedería. La luna llena en el fondo oscuro del agua le decía que esa noche el demonio estaba suelto.
Llego a la puerta de la habitación toco dos veces, recuerda que fue un sonido seco y penetrante. El sonido justo de enfrentarse a la bestia. Ella había intentado abandonarlo cuatro o cinco veces en el pasado, pero siempre regresaban con las promesas de que todo seria mejor, no más alcohol no mas debutantes de actriz. No más mala vida. La puerta estaba abierta las luces del cuarto a la mitad, el la esperaba desnudo sobre la vieja cama. Su respiración era fuerte su ira retumbaba en las cuatro paredes. Ella se acerco sigilosa.- puedo explicarte todo- las cosas no son como crees- mientras el se levanto y de una patada la mando al suelo. –Puta – le decía- siempre supe que me engañabas- puta- ella en posición fetal gritaba para que no la golpeara más .

Él seguía dando patadas y puños. Nadie vino a ayudarla. Como siempre los vecinos no intervienen en esos asuntos. Acto seguido le arrebato la billetera la halo del cabello hacia fuera del cuarto y le tiro todas las cosas a la calle. Por ultimo le grito. ‘’’me alegro de haberte hecho abortar ese hijo, de puta’’.
A sophia se le quebró el alma, la vida, las ganas, recogió lo que pudo del piso, sus cuadros sus lienzos su corazón. Fue al teléfono público y llamo a la primera persona que recordó en esa, madrugada de odio. –¿ Me prestas cinco mil pesos?. – ¿quien habla?- soy yo sophia-¿ y por que lloras? - puedo dormir esta noche contigo?.. Alejandro seguía sin comprender hace unas horas la había dejado bien nunca imagino las cosas que ella le contó cuando llego donde él.

Esa noche simplemente se dedico a mecerla como cuando el era niño y le temía a los truenos.
¿Como termino él en medio de esta historia?. Ella mientras tanto con sus morados en el rostro y sus heridas en el alma se preguntaba¿ que diría en casa?. Días después seguían frecuentándose ella supo que Efraín ahora vivía con su adquisición del momento. La cercanía entre sophia y Alejandro se hizo fuerte. En ocasiones hacían el amor pero nunca fue como antes, el sentía por ella ese tipo de compasión por el desvalido, La compasión para sophia era de los afectos que más ofenden. Así estuvieron durante un tiempo pero Alejandro a pesar de estar a su lado se sentía distante, había algo que ella nunca logro comprender. el nunca decía nada, no prometía , no esperaba era como estar con un muerto en vida.

Hasta que finalmente el tuvo que regresar a su país. Partió como todo lo que pudo ser y no fue . Solo dio las gracias dio media vuelta y hasta el sol de hoy no se han vuelto a ver.
Ella regreso a casa de su madre. Dio las explicaciones del caso. Sola sin un centavo, otro separación más de una unión de adolescentes. El aire en la casa materna la ahogaba. Las preguntas constantes de la madre, los comentarios de los tíos y primos. En fin recordó por que se había marchado tan temprano de casa. Saco fuerzas y dinero de donde no había y se marcho a la ciudad luz. Con sus pinceles y lienzos con sus tizas para pastel. Y sus cartones para retratos. Comió kebabS Y zawarmas a diario, dormía en casa de conocidos por 3 o cuatro días, también en pensiones y alguna noche en el metro. Pero eso era mucho mejor a estar nuevamente en el infierno. . Esa tarde de verano su alma se encontraba perdida en algún lugar del los algodonales y las tabacaleras, la fé es algo importante. Es la certeza en lo que no se ve.

Bebía vino por agua. Para poder dormir. Fumaba para poder despertar. Caminaba para no congelarse, era un zombi. Se dispuso a leer un libro que le había regalado un colega. Cuatro años a bordo de mi mismo. El primer párrafo tan apropiado como siempre que los buenos libros caen a la voluntad de dios.*la noche esta sola, sola como la luz abandonada sobre el mundo, extendida sobre muchas ciudades, muchos campos, bosques, islas, mares aldeas en la ciudad la acompaña la otra soledad la de las lucecitas pequeñas de las bombillas eléctricas la de los cigarrillos taciturnos, dormidos en las manos fatigadas de la madrugada.

la noche entonces estaba sobre ella y se la fumaba en bocanadas de olvido. Ya la lágrima corría sobre su mejilla como de costumbre hace algún tiempo. La soledad es la mejor trinchera para no dejar pasar nada que te lastime. Paso de ser crédula con pasión a escéptica con cinismo.
Definitivamente debía regresar a casa. Ya extrañaba el olor a sal, la algarabía de la gente, el sentimiento de estar donde le conocían. De pronto como todas las cosas importantes sintió que alguien le hablaba al oído. Una voz que nunca antes había escuchado pero que sin asombro reconocía. Se petrifico no volteo a ver, no fue capaz de sonreír por cortesía, ni preguntar, pero esa voz tenía rostro y dueño.

Un galerista de Saint Michelle. Que le había visto un par de cuadros en el mercado de las pulgas donde se ponía a mal vender un trabajo impresionista excepcional se acercó con la excusa de proponerle una temporada en la galería. Sophia jamás había tenido una exposición, era su sueño callado y secreto. Su ilusión que a nadie importaba. Y a veces ni a ella misma. Pintar era como respirar como, comer. Una necesidad insaciable y lujurica. La manera de hablar sin palabras, en imágenes. La explosión orgásmica del color y la forma. El tributo a su alma de mujer. Como todos los hombres este tenía una segunda intención que en realidad era la primera, había estado buscándola por meses hasta que aquel colega que le dio el libro le dijo que podía encontrarla por las tardes en la coupole. Y así fue, la cara de sophia le trastornaba la vida, él no sabia explicar porque desde que la vio se sintió tan extraño pensó que era capricho, juegos del destino. Pero solo él podía ver a través de los ojos negros de sophia.
Ella sentía una intranquilidad particular cuando hablaba con él, esa sensación de algo inevitable que ha de suceder... advertía en su carácter indómito el misterio de quien no quiere que se sepa más de lo necesario. La distancia de quien se defiende de un posible predador. El escepticismo de quien ha perdido la fé. Entonces un paso a la vez y con la decisión terca de sus proyectos, se mando en caída libre a amarla. Y Sophia no entendía

justamente lo que pasaba, lo que el quería, lo ella esperaba. El miedo la hizo huir justo cuando los cuadros estaban en la noche gala de su primera exposición. A esa hora iba rumbo al caribe. Y los duendes que habitan en la quimera de las vanidades se quedaron con las ganas de ver a la autora de la pasión sobre el lienzo. Ella solo quería retornar a la hamaca vieja , ver anochecer tras las olas de mosquitos y el sonido de los sapos en el arroyo. Pero el tiempo hizo lo suyo. Él le escribía a diario. Ella leía y no respondía. Se sentía angustiada inquieta. Algo le faltaba. El tiempo se le escurría entre las grietas de la memoria y el pasado por primera vez no dolía. La persistencia de su memoria se perdía en la persistencia de una nueva ilusión ella desconoce el futuro (afortunadamente). El miedo la hizo huir. Pero el amor puede hacerla volver……..

3 comentarios:

Aretino dijo...

Katho, desde que me embarque en lo breve poco leo cuentos extensos, a excepción de los de este blog, pero este es tenaz. Una historia bien trabajada, con una linea dramática bien llevada. Y con la certera impresión de que eso que estoy leyendo le paso a la joven de enfrente o a la de al lado o a la de la otra cuadra. Muy buen relato.

K dijo...

GRACIAS, POR TU TIEMPO Y DEDICACIÓN A LA LECTURA, PERO SOBRE TODO POR LA HONESTIDAD OBJETIVA DE TUS COMENTARIOS.

Anónimo dijo...

Me ha encantado el final ... pens{e que iba a ser de panorama oscuro.. pero al contrario, me ha sorprendido gratamente.

Saluditos

Wendy