29 ago 2007

Fragilidad

Alguna vez tuve la necesidad de matar un fantasma para poder seguir andando sin temores…

Lo busqué, lo enfrenté, dejé que me atrapara y lo más importante: lo seduje; usando las mismas armas de siempre.

Comprobé que se había convertido solo en eso: en un fantasma y que su presencia ya no causaba en mi vida la misma emoción que antes.

Al contrario… pararme frente a el me permitió darme cuenta que sus huellas en mi piel habían comenzado a desvanecerse.
...No fue tan complicado atraparlo…

Yo conozco su lado frágil ......y si, confieso que lo tuve muy en cuenta para poder salir de la duda.

3 comentarios:

Iván R. Sánchez dijo...

¿Desamor? Un poco etereo, pero todo sentimiento lo es. Bonito.

Aretino dijo...

Enfrentando realidades, tomando el toro por los cuernos. A veces algunos nos acostumbramos a vivir eternamente con nuestros fantasmas y otros mas afortunados los enfrentan y los sacan de sus vidas.

Anónimo dijo...

De hecho pensé en titularlo: Coraje, en vez de Fragilidad.. pero quise centrarme en el fantasma y no en quien lo enfrentó.

Saluditos

Wendy