7 oct 2007

A bailar a otro bar

Era extraño; Nunca había faltado a la cita de los viernes, era uno de los continuadores del rito y todos se preguntaron que le pasaba. Los más allegados, los que se sentaban a su mesa habían telefoneado y no obtuvieron respuesta, los demás, los que se reían de su manera de bailar, de saludar, de discutir solo inquirieron por él.

En todo caso al día siguiente cuando terminaron de leer los carteles mortuorios se enteraron de una vez que él se había alejado para siempre.

-A su salud!!-. Dicen que dijo, empinando una fría, el viernes cuando sus amigos habían cumplido un mes de muertos.

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