26 may 2009

Un sueño eterno

No me moví, sé reconocer cuando algo raro pasa.

Ella se acercó a mi lentamente, con la respiracion entrecortada. La detallé.
Tenía un vestido blanco que le ceñia bastante bien, habia dejado los zapatos al borde de la cama y caminaba descalza, con sus blancos y hermosos pies tocando el suelo. Su pelo castaño le caia en suaves rizos sobre los hombros y sus hermosos ojos me miraban suplicantes y con deseo a la vez.

Detallé la habitacion en la que estabamos en un intento por distraer mi mente.
Era un precioso cuarto, aparentemente de la suit de un hotel bastante lujoso. Las paredes eran blancas y con varias ventanas que mostraban un lindo paisaje nocturno. El piso, blanco también, reflejaba casi a la perfeccion las luces y los objetos de la habitacion... era como agua. La cama fue lo ultimo que observe detalladamente, pues no hacia sino avivar mi deseo, estaba cubierta de petalos de rosas y al lado, sobre una mesita de noche, descansaba una botella de vino tinto por la mitad, con dos copas vacias a su lado.

Clara me rodeó con sus brazos y me beso el cuello provocativamente, yo inspiré aire profundamente, intentando aclarar mi mente, con recuerdos pasando rapidamente dentro de un cerebro que suplicaba por algo de logica.
Recordé el accidente automovilistico que habiamos tenido por mi culpa, recordé el llanto de sus padres y del resto de su familia, que no hacia sino empeorar la situacion, recordé la soledad y el vacio que habia sentido al recuperarme del coma y verla a ella perdiendo la batalla... viendo como la vida se le escapaba a cada segundo que pasaba... pero ahora, en esos momentos, en ese cuarto... todo el dolor habia desaparecido.

-¿en que piensas?- preguntó ella.
hice silencio durante unos instantes.
-en que no quiero despertar-respondí al fin
-Max... si no despiertas, no puedes venir conmigo-me dijo- amor, viviremos un sueño eterno.
y plantandome un beso desapareció.

Desperté sudando en mi cama...
El desordenado cuarto alquilado en el que vivia ya comenzaba a oler mal. Aún recordaba el vívido sueño que habia tenido. Me acerqué a la mesa repleta de basura casi sin pensarlo y tomé un cuchillo sucio de ella.

"Max... si no despiertas, no puedes venir conmigo"

Apreté el cuchillo con fuerza y me lo clavé con firmeza en el ventre, luego lo deslizé hacia arriba.
Mientras me desplomaba sobre la mesa, me parecio ver la borrosa silueta de un joven de unos diecisiete años recostado contra la pared. mientras me sumia en la inconciencia, me parecio esccuchar pasos que se acercaban a mi, e inmediatamente que algo me rozaba la frente.
pero eso no me importó... solo algo me importaba en ese momento:

"amor, viviremos un sueño eterno"

10 comentarios:

Alana dijo...

excelente :)

Marlies dijo...

Que fuerte... buenisimo.
Cariñitos

Just Me dijo...

Clap Clap Clap....muy bueno....

Khérzad dijo...

gracias, me alegro que les haya gustado...

Anónimo dijo...

Me saco el sombrero que no tengo..! Excelente!

Gara dijo...

Buenisimo, un gran texto.

Besos

22Reloaded dijo...

Gran cuento, la atmosfera creada incomoda hasta el final. Saludos

Unknown dijo...

Bien hecho Khézard, estas apto para el siguiente nivel. realmente interesante....... e inesperado.

andrea dijo...

me encantaaaaaa

andrea dijo...

me encantaaaaaaa