Aun los fluidos revueltos corren entre sus piernas y no se apura a limpiar.
Desea sentir la suciedad de ese ultimo polvo, desea prolongar dentro de ella la sensación, que algunas consideran asquerosa, del semen revuelto con sus fluidos, desea que ese ínfimo momento de un orgasmo compartido permanezca por siempre.
Ni una sola palabra, pero si un par de suspiros, poca luz de un amanecer que no quiere arrancar del todo, ojos de poco sueño y cabello enredado, respira y parece reírse, respira y parece llorar, de espaldas a mi y sin voltear, soñando tal vez despierta, soñando cosas que nunca pude adivinar.
- ¿Que hora es? - pregunta rompiendo el mágico momento.
- Van a ser las seis - le contesto
- ¿A que hora entras? - dice sin voltear
- Mediodía - digo y dejo de mirarla, paso al techo blanco y vacío
- Yo a las 7 - dice
- ¿Te vas a bañar? - pregunto
- Quizás - entonces voltea y la miro directamente a esos ojos negros y profundos
Y allí en la oscuridad agrega: Me amaras por siempre
- No se, por siempre es mucho tiempo - le respondo presurosamente
- No era una pregunta - contesta, suspira y se levanta a bañar
17 may 2009
Me amaras por siempre
Narró:
Jaime Diaz
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1 comentario:
Muy Buen cuento...
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