Era aquel una estrella, tan brillante como el sol, tan despampanante, tan hermosa, se llevaba bien con todas las que conocía, le agradecía a esa gran masa que se extinguió por crearla, conoció a otra estrella como el, mas radiante aun, le mandaba señales como relámpagos en la oscuridad, mensajes con las estrellas fugaces, se juntaron , se querían, hasta que la estrella que su amor su estrella radiante pensó que no era suficiente para el, en este momento, se percato que no era sol, que no era luna, ni nada por el estilo, pero que en este infinito mundo, en este mundo donde la ausencia de amor cada vez es mas grande que el universo, siempre hay que recordar todo lo que se puede llegar a mar sin necesidad de tener que recibir amor, por esta razón la estrella decidió bajar a la tierra y convertirse en algo insignificante, hacer parte de algo mas pequeño que el universo, se hizo parte de un insecto, así que cuando veas a una luciérnaga, acuérdate que el amor es tan grande que no cupo en el universo entero así que decidió hacer parte de las pequeñas cosas.
Para mi chiki
9 abr 2008
Infinito
Narró:
Mao
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4 comentarios:
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¡A mi también!
¡A mi también!...
¡ahm ahm...¿Insecto? Parte de un insecto...
Dice que Dios es un insecto...
Infinito...¿Entenderlo, cómo al Universo con un conocimiento finito?
Se necesita sólo la eternidad del tiempo... ¿Quién puede tener paciencia para ello?
Yo no.
Me gusto; aunque no estoy del todo de acuerdo.
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