3 nov 2007

Poetas suicidas y escritores fracasados. Parte 5.


El mejor álbum de Guns and Roses es “Appetite for destruction”, es perfecto de principio a fin, su portada es insuperable, pero me gusta mas su imagen interna, donde un robot acaba de violar una mujer, su ropa interior a medio bajar y la posición obscena en la que yace siempre me ha excitado.

Suena It`s so easy y el movimiento rítmico de Daniela encima mio genera un ruido… plaf, plaf, plaf… tiene sus ojos cerrados y agarro sus tetas operadas, 34 años, soltera, ningún hijo, se hace pasar de mujer decente, pero es una degenerada más, su novio le dice que se van a casar, pero ella tira conmigo, esas cosas del sexo y el amor.

Por alguna razón a la mayoría de las mujeres les gusta la posición de ella arriba, tal vez porque manejan la situación y la velocidad, aunque a veces cuando las veo cansadas me muevo yo, las agarro del hombro y les doy duro, a ver que cara ponen, a veces fingen, a veces no.

Pero la mejor técnica es la que voy a hacer ahora, voy a desconectar la maquina, desconectar mi cerebro de mi verga y dejarla así, erecta, como un palo insensible en la que Daniela se ensartara hasta quedar saciada, mi mente se ira otros lugares, al ritmo de ese sonido, esperando sentir que se contrae, esperando sentir mucha mas humedad en su vagina que la que siento ahora, esperando que ella sienta mientras yo estoy ausente, con mi mente en blanco.

Es en ese momento es en el que ella alcanza el orgasmo, cuando yo no estoy, cuando sinceramente no estoy sintiendo nada, mientras yo vago por cielos rojizos y tierras verdes de los sueños febriles de algún escritor de fantasía oscura, donde viejas historias provenientes del humus de la realidad se hacen factibles y eternas.

Y entonces conecto la maquina, la verga entra en conjunción con el cerebro, es hora de derramar mi semen, a lo que vinimos, a tratar (pero sin lograrlo, lo cual es la gracia) de fecundar una perra mas y llenarla toda con ese liquido blanco y pastoso, de complacerme porque al final de cuentas me importa un demonio ella, si esta fingiendo o no me da igual, tal vez mañana prefiera masturbarme antes de seguir teniendo sexo con Daniela.

Ella se queda en silencio, mientras yo me siento, busco donde quedo mi ropa, siento que me mira mientras me cambio.

- ¿Ya te vas?

No contesto, esa manía femenina de preguntar lo obvio a veces desespera.

- Si quieres puedes quedarte un rato mas, Fabio esta de viaje, puedo preparar algo rico para comer.

- No, Dani, gracias de verdad, pero tengo que irme, tengo que ir a un entierro
Ella me sigue mirando, seguro pensara que soy un malparido, tiene razón.


Los cementerios son los lugares donde el metro cuadrado de tierra es el mas caro del mundo, me enferma toda la parafernalia que tienen, deberíamos quemar nuestros muertos o comerlos, que mas da, al final de cuentas es carne lo que queda y hasta mal sabor tendrá.

Y ahí estoy yo, a lo lejos mirando una familia enterrando a sus seres queridos, viendo ese color oscuro de las ropas recortándose contra un cielo azul despejado, la brisa fuerte de diciembre hace que las mujeres agarren sus faldas y su cabello, pero allí hay una figura vestida de blanco, su cabello rojo rizado se mueve en el viento sin preocupación, soy el voyeur de la desgracia y la tristeza, soy un intruso de las lagrimas ajenas.

Patricia (pues ya empiezo a llamarla por su nombre) tiene al lado a su hermano y agarra su brazo, otro joven la abraza y le da un beso en la mejilla, ella tal vez sabiendo que yo estoy acá voltea y me mira, no llora, su expresión no denota nada y hasta me parece verle sonreír, el joven a su lado me mira también con expresión extrañada, le pregunta algo y ella contesta, yo los sigo mirando.

Me voy cuando veo que esta terminando, empiezo a caminar cuando oigo mi nombre, me detengo, me siento estúpido al sentir algo de emoción cuando descubro que es ella quien me llama, volteo y viene caminando rápidamente hacia mi, creo que me va a besar, pero se detiene casi estrellándose conmigo, se queda en silencio y suspira, veo su nariz, su boca y sus ojos, detallo sus cejas y pestañas, miro sus pecas y sus orejas, entonces sonríe y ese día iluminado me ciega, me trastorna y me deja pasmado, no hay palabras que decir.

- Hola, gracias por venir – dice ella por fin
- Lo siento mucho – le digo pero no me atrevo a abrazarla
- ¿Como va tu libro?
- ¿Cual libro?
- El que leías ese día
- Ahhh… si, ya lo termine, ahora leo algo de Neruda que me regalaron, Para Nacer he Nacido
- Neruda apesta
- Tal vez por eso se me ha hecho ilegible
- Quiero verte esta noche – dice por fin

Mientras intercambiamos teléfonos llega el joven que la acompañaba, me mira con extrañeza y ella sonriente me lo presenta, como un autómata le doy la mano.


Me acabo de comprar el Fifa 2008 para PS 2, juego con el Barcelona, Juan Carlos con la selección italiana, voy perdiendo 2-1, minuto 88 Ronaldinho lleva el balón, pase certero a Henry que elude a un jugador en el borde del área, la toco a Eto’o que esta en el punto penal, barrida de un defensor italiano y le cae de carambola Messi, presiono cuadrado levemente y con un toque magistral al lado contrario de donde esta el portero, anota.

- Gol hijueputa!!! Ahí tienes malparido, pa que respetes – le digo en el colmo de la emoción
- Culo de gol de leche, pero ya me canse de ti maricón, ahora si vas a ver porque somos los campeones del mundo.

Pero no, se acaba y nos vamos a la prorroga, pero nada, después de que Xavi se come una opción clarísima (la bestia la mando al cielo) y Toni me estrella un balón en el palo mientras Valdes se estira para la foto (con los respectivos comentarios graciosos de los autómatas comentaristas mexicanos) se acaban los alargues y nos vamos a penaltis.

En eso suena el timbre.

- ¿Quien hijueputas timbra a las 10:00 PM en una casa decente? – dice Juan
- Espero que sea tu madre, ayer se me quedaron unos calzoncillos en tu casa y seria barrisimo que tu papá se diera cuenta – le digo mientras me levanto de mi cama hacia la puerta.

Mientras Juan grita algo a mi el mundo se me vuelve insonoro, un vestido blanco y una cara llena de lagrimas, esta frente de mi, su cabello recogido y una maleta en la mano, su nariz roja y sus labios temblorosos, su dolor se hace mío, todo mío y nuevamente no se que decir.

- ¿Puedo quedarme? –me dice

¿Como negarme?, así que me aparto de la puerta y la dejo entrar, Juan grita algo nuevamente, pero yo no entiendo, yo solo la veo a ella que entra y baja su maleta en la sala, limpia sus lagrimas con las manos y me sonríe, en eso sale Juan y se la queda mirando.

- Ehhh.. mucho gusto, Juan Carlos – dice mientras estira la mano
- Hola, Patricia – dice ella mientras le da la suya y me mira – ¿estas ocupado?
- Si, digo, no… estaba jugando… en fin… no, no lo estoy – contesto
- ¡Estamos en una definición por penales! – me dice Juan casi reclamándome
- Estábamos.


El noticiero me cuenta de violencia y política, de narcotráfico y farándula, de guerrilla y futbol, yo lo veo en pantaloneta y camiseta, Patricia hace algo en el baño, le pregunte que paso y ella no contesto, solo se metió a bañar y ahora la oigo hacer algo, quiero decirle cualquier cosa y solo se me ocurre: ¿Hasta cuando te vas a quedar?.

Ella se toma todo el tiempo para responder, abre la puerta y sale desnuda, me mira y dice: Hasta que me aburra.

2 comentarios:

Iván R. Sánchez dijo...

Muy bueno, pero debo confesar que no he leido las otras partes, a lo mejor sea porque me dan pereza las continuaciones, pero a lo mejor lea lo demas, la calidad de lo escrito lo amerita.

phiriaph dijo...

Me gusto... Yo si me he leido todos.. Aunque mi favorito han sido la parte 3 y 4... felicitaciones.