Si no se acuerdan, viene de acá.
En la oscuridad nada cambia.
No había olores, no había paredes que tocar, solo había un piso frío y cruel, liso, sin ninguna diferencia, sin nada que golpear.
Carmenza rogaba por un ruido y solo el suspiro de alguien la animaba a seguir adelante. Pero era consciente de donde estaba, era consciente de quien eran los suspiros y recordaba aquellas palabras frías y cortantes que la habían condenado a aquella eternidad aterradora.
Y trataba de no pensar, porque el dueño de las palabras, el rey de la eternidad adivinaba pensamientos y solo podía pensar en Lirio, cada vez que cerraba los ojos, cada vez que los abría, cada vez que respiraba el frío y ligero aire de aquel sitio.
Por eso temía, porque Lirio vendría y el la estaría esperando.
Lirio dio el paso que la llevaba lo mas lejos de donde jamas había estado y a lo lejos de aquel atardecer vio las antorchas que se empezaban a encender del pueblo mas cercano. Apuró el paso y ya con la luna en alto llegó a la posada que estaba llena de borrachos y putas, cuando entró todos la miraron y murmullaban al verla pasar.
- Una bruja puta, eso es algo que no he visto aun – dijo un gordo enano, de barba sucia y enredada
Lirio pensó que contestar y recordó a Carmenza. Volteó a mirarlo con aquella mirada penetrante y murmurando cualquier cosa, de repente el tipo se le atrancó algo de lo que comía en la garganta y cuando se empezaba a poner verde ella le dio un golpe fuerte en la espalda y escupió un hueso. El tipo la miraba aun asustado mientras aspiraba una bocanada de aire, cuando ella le sonrió siniestramente.
- No es bueno hechizar a mis huéspedes – le dijo un viejo encorvado que se acercó poco preocupado
- No lo he hechizado, solo lo he asustado un poco y lo he golpeado como se lo haría a cualquiera – dijo Lirio, con una seguridad que le sorprendió a ella misma
- Ah, brujas, cada vez son menos, pero tu me recuerdas a alguien – contestó el
- Nariz curva, verruga bajo el ojo derecho, cabello gris – dijo ella
- Eh, si, creo, tu eres una joven muy linda, no tienes la pinta, pero si la actitud – dijo el
- Carmenza se llamaba, es mi maestra, a donde fue? – pregunto ella suplicante
El posadero vio entonces la niña que en realidad era Lirio
- Todas las brujas van al mismo sitio, al castillo, todas quieren lo mismo, la tierra muere por la ausencia del rey.
Ella lo miro.
- Necesito dormir, el mundo es mejor al amanecer
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