4 sept 2007

Preludio de un suicidio

-Quédate esta noche a mi lado, temo que este día pueda dejar de amarte...

Era lo que silenciosamente gritaba su corazón, era lo que celosamente guardaban sellados sus labios por temor a sonar intensa y obsesiva...

En esta etapa de su vida, Valeria estaba terminando de aprender una dolorosa lección, pero se negaba rotundamente a llevar a la práctica todas esas teorías fantásticas que había aprendido con la experiencia; sobre todo porque al llevarlas a cabo, pondría fin a la mujer de quien Luis Felipe se había enamorado.

- No te vayas, quédate conmigo esta noche
- No puedo, sabes que no puedo
- No quiero que te vayas
- ¿Qué te hicieron?, pareces una niña pequeña a punto de llorar
- Sólo quiero que te quedes conmigo esta noche. Dulce María se quedará en casa de una compañera haciendo un trabajo, no quiero quedarme sola... -y mientras decía estas palabras, se acurrucaba en aquel masculino pecho como queriendo fundirse en su cuerpo buscando afanosamente la protección que le brindaba el amor que se albergaba en ese corazón.
- No insistas, -alegó él apartándola suavemente de su lado mientras se levantaba del lujoso sofá blanco-, acompáñame a la puerta que ya debo irme...

Sin pronunciar palabra y con los ojos llenos de un sentimiento difícil de explicar, Valeria se levantó suavemente del sofá tomando a Luis Felipe de la mano derecha con su mano izquierda, como quien pide apoyo, o quizá consuelo...

- Qué te ocurre? -susurró él de forma casi mecánica, poco estaba acostumbrado a esas muestras de fragilidad que para la Valeria fría y despiadada que todos conocían no eran otra cosa que debilidad.

Silenciosamente y sin mirarlo a los ojos, llevó sus pequeñas y delicadas manos detrás del cuello de Luis Felipe, colocando su cabeza casi que estratégicamente sobre su hombro y aferrándose a su hombre como un náufrago a su tabla salvavidas...

- Nada -sollozó ella- Nada, sólo quiero abrazarte -decía mientras apretaba con fuerza el cuerpo de su amado quien la separó de sí diciendo: "ya es tarde, vámonos"

Valeria lo presentía, sabía que era el final , algo en su interior lo gritaba como grita un condenado al ver tan cercano su momento final, pero ella debía ser fuerte, no volvería a llorar...

Lo acompañó a la puerta, se despidió igual que todos los días y él de igual forma prometió que llamaría. En el fondo ella sabía que esa promesa jamás se cumpliría como muchas otras...

Al regresar, vió la puerta de su cuarto abierta; le extrañó encontrarla en ese estado y revisó cada esquina de la habitación pues algo en su corazón unido a la corriente de aire frío que acarició su piel, le hicieron presentir que alguien no deseado había ingresado, miró tras la puerta, en el closet y bajo la cama, pero la búsqueda fue en vano, el lugar estaba vacío, en él no había ingresado nadie, sólo el recuerdo de un fantasma del pasado...

Valeria sintió su cama sencilla tan grande que estuvo a punto de echarse a llorar, recogió su clara melena y se colocó su pijama color rosa. Mientras lavaba su cara, recordó lo que había vivido momentos atrás, todo se le hizo familiar, la forma en la cuál Luis Felipe le había hecho el amor no era normal, sólo una vez le había pedido penetrarla por detrás, ella sabía que él se excitaba al ver su rostro lleno de placer, a él le encantaba ver sus labios pronunciar su nombre; pero esta noche nada fue igual que siempre, esta noche Valeria recordó la única vez que había vivido algo similar y mirándose al espejo mientras se peinaba su larga, crespa y clara melena se dijo:
Estas pensando en otra mujer,
me hiciste el amor deseando que fuera otra mujer?
me has humillado al usarme para sentirte más cerca de otra mujer,
y esta noche moriré para tí
porque no soy esa otra mujer...
Al día siguiente, Valeria no contestó las llamadas de Luis Felipe, se tinturó el cabello de negro azabache y cambió su guardaropa, aprendió a mostrarse tan cual era y a disfrutar cada día de su vida como si fuera el último que viviera..

4 comentarios:

Jaime Diaz dijo...

Aunque no lo creas, me sorprendio mucho el final, estaba casi seguro que se suicidaria.

Anónimo dijo...

Cambio de look...siempre cambiamos de look cuando terminamos una relacion importante...siempre queremos ser una mujer nueva, matar a la que se enamoro y renacer en otra...

ME ENCANTO...FELICITACIONES!!!

Anónimo dijo...

Ja, tambien creia que se hiba a suicidar...

Laureano Quiroga Puértolas- dijo...

Me gustaría que el autor del cuento me escriba a esta dirección de correo, me gustaría hacerle algunas consultas.. laureanoqui@gmail.com